La automedicación responsable es la que es capaz de tratarse a sí misma con aquellos medicamentos aprobados por sanidad
Según un estudio del área de Salud de la Unión Europea, España es el tercer país donde la automedicación es algo habitual entre la población, siendo el segundo país de toda la UE donde es mayor el consumo de antibioticos sin prescripción médica.
De acuerdo a este análisis, la venta de medicamentos sin la correspondiente receta emitida por un facultativo es de las más elevadas de Europa.
Por otra parte, uno de cada cuatro ciudadano no consultaría el prospecto que acompaña al medicamento en uso y que le habría sido recetado para curar o mitigar los efectos de una enfermedad que hubiera padecido con anterioridad.
En este sentido recurren al mismo medicamento recetado sólo porque en alguna ocasión el médico se lo indicó como útil para su patología. Una patología que, obivamente, con el paso del tiempo, la toma de la medicación prescrita en forma y modo por el galeno, y la curación, habrá perdido su efecto y por consiguiente la necesidad de continuar tomando este medicamento.
La culpa la tiene el «botiquín casero»
Más del 42% de los hogares españoles dispone de un botiquín que incluye mucho más que productos de uso tópico, botiquines con medicinas que, en no pocos casos, ya están caducadas, antibióticos y un número sin especificar de otros medicamentos que, con receta o sin ella, pueden obtenerse en las farmacias, estamos hablando de antiinflamatorios y analgésicos.
Los estudios concluyen pues que la venta de medicamentos sin la supervisión de un médico es una de las causas principales para el alto nivel de automedicación que existe en España.
A pesar de los datos, dos tercios de los españoles conoce los peligros de la automedicación, especialmente cuando esta automedicación se compagina con un tratamiento determinado o bien recurre al medicamento que un día le recetó el médico, de esta manera el problema es si este medicamento forma parte del inagotable botiquín casero, en cuyo caso podría estar caducado, o ha accedido a él sin la necesaria supervisión médica.
Y es que las cifras son alarmantes, el 54% reconoce que conserva los medicamentos «por si acaso»
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Autor: Cemefar
Fuente: www.cemefar.com
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